lunes, 19 de julio de 2010

ARTÍCULO SOBRE EL RECOPILATORIO SIGLO XXI APARECIDO EN EL NORTE DE CASTILLA

CULTURA

Son los que cuentan

35 autores, de distintas generaciones y tendencias, representan la actualidad del relato español en la antología 'Siglo XXI' publicada por Menoscuarto

17.07.10 - 00:34 -
El cuento tiene tirón. Al menos tirón editorial. El atractivo que el género despierta en el sector está propiciado sin duda por la vitalidad que le aportan nuevas generaciones de narradores que han recogido la antorcha de una tradición que en España, con periodos más o menos brillantes, ha sido significativa desde mediados del siglo pasado. Al calor de este fenómeno han surgido editoriales especializadas y, periódicamente, los teóricos toman el pulso al estado de la cuestión reuniendo autores en antologías con distintos argumentos.
Una de las últimas sale al mercado de la mano de una de esas editoriales especializadas, la palentina Menoscuarto. 'Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual' traza un mapa de autores españoles que escriben en castellano (incluido Andrés Neuman, escritor argentino de nacimiento pero nacionalizado español y residente en Granada) cuya obra se está gestando en el momento presente y es representativa de las distintas tendencias que podemos encontrar en el cuento. Algunos de ellos tienen ya una trayectoria reconocida, a pesar de su juventud, o han sido señalados por alguno de los premios importantes del género. Otros están empezando a despuntar con energía.
Con todas las salvedades que se pueden hacer a las antologías, donde siempre es posible señalar ausencias más o menos llamativas, el libro está llamado a ser, lo es ya, una referencia en el género. Reúne a 35 autores, cada uno de ellos representado por un cuento y por su propia visión del ejercicio de la narrativa en corto. Es decir, cada autor, que está presentado por una breve reseña biográfica con lo más significativo de su trayectoria (libros publicados, premios si los hay...) se ha visto obligado a reflexionar 'en voz alta' acerca de su práctica narrativa. Surgen así 'poéticas' tan distintas como distintos son sus autores, desde declaraciones de intenciones, desnudos más o menos integrales, a decálogos sobre lo que se debe y no debe hacer cuando se empuña la pluma con intención de sorprender al lector, emocionarle o simplemente entretenerle con una historia cuya brevedad debe ir irrenuciablemente casada con la intensidad.
«El cuento solo puede ser bueno, no puede tener bajones», ha dicho recientemente un brillante explorador del género, Alfredo Bryce Echenique, refiriéndose precisamente a sus claves, durante la presentación de su último volumen de relatos 'La esposa del rey de las curvas'.
Intensidad de la que también hacen gala estas poéticas incluidas en la antología, necesariamente breves, como todas las píldoras de creatividad que contiene el volumen. Éste se debe al trabajo de Fernando Valls y Gemma Pellicer. Valls es un atento observador de la narrativa corta española. A él se deben algunas antologías anteriores como 'Los cuentos que cuentan', publicada en Anagrama en 1998, de la que es coautor Juan Antonio Masoliver y que, en parte, sirve de referencia a la actual; como también es un referente la titulada 'Pequeñas resistencias' que Neuman preparó para otra editorial especializada, Páginas de Espuma, en el año 2002.
Valls y Pellicer se preguntan qué está ocurriendo en el género del relato en España en este comienzo de siglo en el que la historia parece haberse acelerado y si los acontecimientos responsables de esa aceleración tienen o no un reflejo en las historias que se cuentan. También dejan claras sus intenciones, primero por la vía de la negación. No estamos ante una antología generacional, ni tampoco ante una selección de autores jóvenes. El más veterano de los convocados, Carlos Castán (autor del rotundo 'El pozo'), nació en 1960 y el más joven, Matías Candeira, lo hizo en 1984.
Lo que sí pretende ofrecer al lector es «un estado de la cuestión, un panorama acerca de los nuevos nombres del relato español actual», afirman los antólogos en el prólogo del libro. Todos los autores reunidos tienen al menos un libro publicado. Algunos han tenido ya tiempo de ser reconocidos como maestros por los más jóvenes, como es el caso del ya mencionado Castán, Hipólito G. Navarro (representado aquí con un relato en el que destaca su planteamiento formal), Ángel Zapata o Ángel Olgoso. Otros han obtenido algunos de los premios de referencia en el género: Fernando Clemont y el burgalés Oscar Esquivias (en la antología representado por el relato 'Miedo', un breve tratado de la angustia que puede producir la 'normalidad') obtuvieron el Setenil; Hipólito G. Navarro, Cristina Cerrada e Ignacio Ferrando ostentan el NH Vargas Llosa y Javier Sáez de Ibarra tiene el Ribera de Duero.
Otros autores han obtenido premios literarios no relacionados específicamente con el relato. Julián Rodríguez (autor de 'Muerte' sobre la memoria individual y colectiva), Ismael Grasa, Jon Bilbao y Pilar Adón tienen el Ojo Crítico; o Andrés Neuman, el Alfaguara.
Tradiciones
Ya sean reconocidos como Ricardo Menéndez Salmón, Berta Marsé o Ernesto Calabuch o estén en sus comienzos como Elvira Navarro, Lara Moreno o Daniel Gascón a la hora de seleccionarlos los autores de la antología han pretendido guiarse «por un criterio de calidad, ambición literaria y singularidad, y por nuestros propios gustos, dentro de la imprescindible variedad necesaria en toda antología, de modo que el resultado final les proporcionara a los lectores una muestra de la pluralidad de formas, temas y estilos literarios desde los cuales abordar narrativamente el mundo».
Mucha más variedad se distingue en la tradición en la que se reconocen o en los autores a los que dicen admirar. Aunque, como apuntan los antólogos, «parece que ha habido una tradición predominante que iría de Chejov, Katherine Mansfield y Hemingway a Carver, y que le habría tomado el relevo a aquella otra que empezaba con E. A. Poe y E. T. A. Hoffmann para desembocar en Cortázar. Sin que falten otros muchos autores más eclécticos , cuyos intereses pasan por la obra de Kafka, Borges, Onetti, John Cheever, Foster Wallace, Alice Munro, Lorrie Moore, o narradores españoles tan dispares como Ignacio Aldecoa, Medardo Fraile, Javier Tomeo, Quim Monzó, Gonzalo Calcedo y Eloy Tizón».
Llegados a este punto, el lector tendrá una idea de la disparidad de intereses y variedad en la ejecución de las propuestas de este 'Siglo XXI' más allá de un posible denominador común que, por otra parte es propio de toda la narrativa breve, ese «poner en tela de juicio la realidad», que pasaría por las influencias que las nuevas tecnologías y un mundo globalizado imponen en nuestra manera de ver el mundo.
Libro pues necesario y de referencia que extenderá su interés en el futuro, ya que dada la edad de los autores habrá que hablar de su futura trayectoria y será interesante ver quienes mantuvieron su posición y quienes se añadieron a una lista de por sí bastante nutrida.
Mientras la antología se hace un hueco entre las novedades literarias a su lado otras propuestas editoriales han corroborado la vitalidad del género. La escritora vasca Julia Otxoa publica 'Un lugar en el parque' confirmando su capacidad para encerrar en unas pocas líneas todo el misterio y el juego de espejismos que la realidad ofrece a los que miran el mundo con la sensibilidad del poeta. El ya mencionado Alfredo Bryce Echenique se 'venga' una vez más contra el absurdo de la vida con una serie de historias cortas de regusto autobiográfico en 'El rey de las curvas'. Por su parte Felix J. Palma ofrece una nueva serie de sus historias fantásticas perfectamente creíbles en 'El menor espectáculo del mundo'.
El cuento está vivo. Las editoriales lo saben, los autores lo confirman. Los lectores levantan quizá no tan deprisa como los anteriores quisieran el telón de sus maravillas.

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